La colección completa de RFCs está formada por más de 3000 documentos que especifican estándares, son recomendaciones, informativos o han quedado obsoletos. El encargado de publicarlos es el Editor de RFCs y, aunque cualquiera puede proponer un RFC, el IETF es una de las principales fuentes.
Hasta aquí todo es perfecto pero los RFCs están escritos en inglés y... ¿qué ocurre si tu conocimiento de la lengua de Shakespeare no llega para entender los conceptos que dan a conocer los RFCs? Tienes dos opciones: o aprendes a ritmo acelerado o... ¡aquí estamos nosotros!
Para rellenar esa ausencia de traducciones al castellano o español de documentos tan importantes, surge en noviembre de 1999 el grupo RFC-ES por iniciativa de Pierre J. León. El propósito del grupo es traducir la mayor cantidad de RFCs posible a nuestra lengua, dando prioridad a aquellos que sean estándares.
El grupo NO está activo.